viernes, 26 de diciembre de 2008

CUBA: La fotografía Kirlian y la Radiestesia


Revelaciones de un científico cubano sobre la radiestesia pudiera ser el titulo de ésta entrevista que finalmente se convirtió en un testimonio inédito que da respuesta a diversas interrogantes sobre la bionergía, la Bioelectrografía y otros temas poco difundidos y maltratados a diferentes niveles por la sociedad cubana y del mundo. Al ingeniero Pablo Sierra Figueredo lo conocí inicialmente de forma virtual, luego por teléfono sostuve una amena charla que sobró para percatarme que un científico de altos vuelos profesionales fruto de la paciente investigación defendía con vehemencia la radiestesia.Me habló con humildad, con esa virtud de los genios nacidos en los palmares y en los montes de nuestra isla:solo entonces le pedí que me hablara de sus inicios en la radiestesia, acerca de la relación de esta con la biolectricidad, por donde anda el conocimiento de este fenómeno en Cuba. Le confesé lo importante de hablar con el pionero de la fotografía Kirlian.
Antes de terminar la conversación le pedí además que me dijera todo lo que sintiera deseo de divulgar y expresar sobre la radiestesia, nuestro sitio y su opinión de los trabajos publicados en nuestra blog personal. El ingeniero Pablo Sierra Figueredo del Instituto de Geofísica y Astronomía, AMA del CITMA al que llegué gracias a mi amigo Lufriu no me dio una entrevista: ofreció "un testimonio salido del corazón" (otro buen titulo)como regalo de nuevo año de la ciencia cubana que revela aspectos desconocidos para mucha gente de este mundo y que da la medida que no hay ni hombres ni pueblos pequeños.

"Para comenzar, te diré que leí con detenimiento todo el contenido del Portal del sitio que me enviaste. Me parece muy bueno y sobre todo el reconocimiento que haces ahí a mi buen amigo y hermano Juan Pablo, quien ha dedicado gran parte de su vida y energía a la aplicación de la Radiestesia, entre otras técnicas, para el bien humano y es una persona muy humilde, sencillo y poco reconocido, lo cual es lamentable. Lo conozco desde mis inicios en estos trajines y trabamos una gran amistad de hermanos, en fin, te felicito por poner esa información de él ahí, aunque se merece muchísimo más, a mi modo de ver.
La entrevista a Lufriu muy buena y con un gran contenido. A la Dra. De Boyeros y a Benigno no los conozco, pero veo que han realizado una meritoria y extensa obra. En fin, te felicito por esto que estás haciendo por la Radiestesia en Cuba y que era hora de que alguien de tu profesión le pusiera ganas al asunto pues creo que se está desaprovechando un gran potencial y aunque se dice que Cuba está a la vanguardia en la Radiestesia, pero realmente no hay una real voluntad de que se generalice más su aplicación en todo lo que sea posible, y es verdad también que en el ámbito de la medicina militar esto ha tomado más auge y se ha propiciado en general el uso de la MTA.
Obviamente, todo lo que te mencione es desde una posición puramente científica pues eso soy, aunque no de plantilla, pero es una premisa importante y siempre trato de acogerme al método científico. Y también a mi modo de ver, el que alguna práctica empírica no esté basada en las leyes reconocidas de las ciencias establecidas, o que dichas leyes actuales no sean capaces de explicar algún fenómeno, no es motivo para catalogar dichas prácticas y fenómenos como “pseudociencia”, brujería o chamanismo. Es claro que hay que investigar aplicando los métodos científicos, que son muy precisos, pero como tu mismo refieres, la brújula se estuvo utilizando empíricamente con total ignorancia de las leyes que siglos después lograron explicar el porqué la aguja siempre señalaba al Norte. En fin, con este pequeño párrafo sólo quería presentarme, identificarme, ya que como tu debes saber, hay mucho de todo en el camino y no me gusta que se critique a ultranza a la Radiestesia y la Bioenergía, como que tampoco se sobredimensionen sus posibilidades como panacea, eso perjudica mucho, ya que ambas cosas lo único que logran es retrasar la aceptación que poco a poco debe ir teniendo todo esto en los medios académicos tanto de Cuba como del resto del mundo. Generalmente el empirismo va delante de las leyes que más tarde explican los fenómenos, sólo que hay quienes esperan pacientemente por dichas leyes para lanzarse en la investigación de los mismos, otros, sin temor a las críticas y al hostigamiento de aquellos, se arriesgan sin miedo a equivocarse en esa búsqueda y por esto creo que son realmente los buenos científicos, los que no temen acercarse a la frontera, en definitiva, alguien debe y tiene que hacerlo, así siempre ha ocurrido en la historia del hombre.

El segundo punto, donde me calificas de pionero de la Bioelectrografía (fotografía Kirlian) en Cuba, te podría aquí escribir mucho, pero trataré de resumirte lo más posible. Para serte franco, creo que ese calificativo no puedo rechazarlo pues creo que así es en cuanto a que las primeras imágenes obtenidas en nuestro país las logré yo, y digo que creo pues no he conocido más ninguna ni anterior ni posterior, a no ser las tomadas actualmente con la técnica rusa de GDV, pero bueno, ya eso ha sido con tecnología de punta importada en los últimos dos años. Yo comencé hace unos 20 años.
Sólo te diré, como antecedente, que siempre me inquietó mucho, desde mi etapa de estudiante, el fenómeno del magnetismo, el electromagnetismo y los fenómenos mentales (por llamarle de alguna forma genérica), al punto que aún siendo muy joven, formé parte del primer grupo que integró la Sociedad Cubana de Hipnosis, todo lo cual me sirvió mucho para aprender a comprender mejor los fenómenos de la mente y a tener un mejor control de la misma, aprender la relajación, la meditación, en fin, estados mentales muy importantes y necesarios que después me facilitaron “descubrir” la Radiestesia como fenómeno, así como su práctica.
Para mí el descubrimiento de que la Radiestesia funcionaba me llenó de júbilo, pero a la vez me planteó muchas interrogantes que me llevaron a indagar sobre algo que constituye, a mi modo de ver, la base de todo esto, que es lo conocido en la antigüedad como “aura”, pero que ahora denominamos como “Campo Bioenergético” (que puede ser el humano o de animales o plantas) y que no es más que el volumen físico que rodea a todo ser vivo y que contiene información y propiedades acerca del estado del mismo, parámetro que por lo demás están en continuo cambio. Dicho campo está “lleno” de información, de naturaleza térmica, magnética, eléctrica (estática y dinámica), iónica, entre otras muchas posibles y que en dependencia de la distancia a la superficie sólida del objeto vivo, esa información puede ser cuantitativa y cualitativamente diferente y que al parecer, al igual que todos los campos físicos conocidos, sus parámetros decrecen, siguiendo alguna ley, con la distancia. No me gusta hablar de “energía”, sino más bien “información”.
De modo que bajo estas circunstancias y conociendo los redescubrimientos del Ing. S. Kirlian y su esposa en Krasnodar, y que fueron conocidos ya tardíamente en “occidente”, me propuse construir una “Cámara Kirlian” criolla para hacer mis propias fotografías y mostrar que aquí también podíamos fabricar dichos instrumentos e investigar en este sentido. Aunque no me resultó fácil lograr la primera bioelectrografía de una hoja de Mar Pacífico, si me costó muchas horas de trabajo la puesta a punto de mi primer equipo de bioelectrografía. Ya a partir de las primeras imágenes no pude detenerme y pronto ya tuve en mis manos 3 ó cuatro equipos mejorados y nuevas imágenes de hojas de plantas, de la palma de la mano, dedos, muestras líquidas, entre otras muchas.
Debo agregar que mis equipos y sus resultados fueron presentados reiteradas veces en los Forum de Ciencia y Técnica de mi Instituto, municipio y provincialmente, también fueron presentados en diferentes eventos científicos de la Física Médica y de la Medicina Natural y Tradicional, de modo que todo lo que fui logrando lo di a conocer en los medios que yo consideraba sería tenido en cuenta para su posible generalización y aplicación, lo cual lamentablemente nunca ocurrió. Mi interés por la bioelectrografía consiste en que es una manera de mostrar objetivamente esto que llamamos campo bioenergético en su nivel más pegado al objeto sólido y la forma en que el mismo refleja los diferentes estados del objeto vivo (las patologías por ejemplo).
Actualmente se lleva a cabo en muchos países numerosas investigaciones básicas y clínicas dirigidas a confirmar resultados preliminares ya obtenidos y profundizando en los mismos pero utilizando ya una tecnología computarizada de punta que permite realizar diagnósticos en cuanto al “estado bionenergético” del sujeto, ente otras muchas aplicaciones. Contamos con la bibliografía que muestra lo que estamos manifestando.
Como te darás cuenta, mi interés por la “Kirlionica” vino dado por las interrogantes que me planteaba la Radiestesia, en particular la aplicada al diagnóstico médico como tal, ya que mis primeras experiencias fueron en este campo al recibir los primeros conocimientos (hace unos 20 años) y adiestramiento de manos del Dr. Lovachevski, del Instituto IZMIRAN, de Moscú, científico soviético que viajó a Cuba y trajo entre uno de sus objetivos enseñar Radiestesia en mi centro de trabajo, que es un instituto de investigaciones solares y geofísicas. El nos enseñó el concepto de Campo Bioenergético y la forma de “medirlo” con la utilización de esta técnica milenaria. A su interés por enseñarnos respondimos unos pocos compañeros que posteriormente continuamos practicándola y realizando nuestros primeros trabajos cuyos resultados presentamos en el Primer (y único) Congreso Internacional de Parapsicología, celebrado en el año 1992 en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
Las enseñanzas del Dr. Lovachevski se concretaron al uso de las varillas en U, el estuvo realmente muy poco tiempo entre nosotros, solamente nos pudo ofrecer los elementos básicos, que fueron suficientes para que continuáramos adiestrándonos y ganando en habilidades en cuanto al manejo de las varillas. Obviamente, al descubrir las bondades que ofrecía esta técnica y documentarnos con la literatura existente, fuimos ganando en conocimientos y en experiencia, de modo que tuvimos varios años de intenso trabajo que nos fue vinculando con diferentes personas y grupos que también venían practicando la Radiestesia en diversos campos, entre los cuales descubrimos a L. Lufriu, y a Juan Pablo, con quienes desde el principio intercambiamos información y conocimientos.
También asistimos a conferencias, seminarios y cursos que vinieron a impartir en el país (en centros de Salud y científicos) algunos colegas extranjeros en temáticas de Radiestesia, Quinesiología, Homeopatía y otras técnicas que utilizan la Radiestesia como herramienta imprescindible. En este ínterin aprendimos también a utilizar el péndulo como indicador de la respuesta radiestésica. Fue una etapa muy importante e intensa ya que nos obligó a documentarnos y buscar mucha información histórica y actualizada al respecto, lo que obviamente era necesario para comprender mejor las técnicas en que estábamos experimentando y su posible alcance práctico.
Mi incursión en el diagnóstico médico con la utilización de la Radiestesia ha sido, a pesar de todo esto, muy limitada ya que por no ser médico ni paramédico, no he querido violar normas éticas elementales, por lo cual solamente lo he practicado en círculos muy limitados y siempre recomendando, a quienes he realizado diagnóstico, que asistan a un facultativo de la especialidad requerida, pero sí me siento capacitado para realizar dichos diagnósticos.
Mi criterio es que la Radiestesia bien practicada, en manos de un facultativo médico, es una magnífica herramienta que permite al mismo obtener, de forma rápida y no invasiva, un diagnóstico alternativo de gran utilidad y que cuando menos, le permite al médico orientar más correctamente las indicaciones al paciente en cuanto a pruebas y exploraciones que debe realizarse de inmediato, constituyendo su práctica sistemática un garante de incremento de habilidades y experiencias que en pocos años le permitirán obtener diagnósticos certeros con mayor probabilidad de éxito.
Otra importantísima aplicación de los conocimientos de radiestesia es la preventiva, la que permite, de forma muy económica y relativamente fácil, determinar la “calidad” del hábitat en que vivimos o trabajamos, estas prácticas conocidas como Geobiología y cuyo nombre explica muy bien de qué se trata y que es la relación de la Vida con las condiciones en que esta se desenvuelve (ambiente cosmotelúrico).
En este sentido también he adquirido alguna experiencia y lo he enseñado a quienes han recurrido a mí interesándose por estas prácticas. Considero que generalizar responsablemente estas enseñanzas y aplicarlas de manera masiva, redundaría enormemente en la mejor calidad de vida de personas, animales y plantas y obviamente por el mejoramiento humano en general al comprender mejor estos fenómenos y por sus resultados ser aceptado.

La Radiestesia, sea esta aplicada en geología, hidrografía, diagnostico médico o ambiental, e incluso en otros campos, va dirigida a mejorar la calidad de vida y bienestar humano, y todo aquel que la practique debe estar consciente de que está trabajando con lo más sutil del mundo vivo e inanimado y que por tanto debe hacerlo con una ética estricta en cuanto al uso que haga de ella. No comparto la idea de que existen diferentes radiestesias (médica, física, psíquica…..). Siempre los humanos tendemos a fragmentar los conocimientos disciplinarios, tal como se hizo con la medicina como disciplina (anatomía, fisiología, endocrinología…..) ¿Qué pasó? por dividirla en especialidades, para su estudio académico, terminó haciéndola poco eficiente al tratar aisladamente las patologías por órganos o grupos de ellos, olvidando que en el organismo todo está vinculado y muchas veces, por esta razón, se tratan a los síntomas y no al enfermo como tal.
Pienso que la Radiestesia no es más que nuestra sensibilidad para captar el mar de información que nos rodea, sea esta proveniente de las rocas, el agua, los campos físicos o los campos bioenergéticos de los objetos vivos. La facultad del sentido de la vista comprende todo el diapasón visible del espectro electromagnético, es lo mismo ver en la banda del rojo que del violeta o el verde, en cuanto al fenómeno como tal, una no es vista roja y la otra violeta... (El término “radiaciones” suele ser impreciso para algunas personas, una cosa son las “ondas electromagnéticas” (combinación indestructible entre oscilaciones del campo magnético y del campo eléctrico), todo campo magnético variable, cualquiera que sea su frecuencia, genera un campo eléctrico variable y viceversa y que siempre se propaga a velocidad de la luz cumpliendo con las leyes de Maxwel y con la teoría cuántica de la materia “onda-partícula” para los efecto de la interacción de que se trate y otra cosa es el bombardeo de “partículas” cósmicas, que no son ondas como tales, a no ser la radiación gamma. Debo aclarar que como producto de tales interacciones sí generalmente se genera la emisión de fotones de diferentes niveles de energía y que cumplen con las leyes muy bien definidas de la Física Nuclear en cuanto al intercambio de energía de las mismas con el medio con el cual interaccionen. Me he encontrado muchas veces, que algunos autores, al querer explicar estos fenómenos de la Radiestesia, hacen un uso algo impreciso de estos términos. Pero bien, esto en nada cambia el fenómeno como tal, aunque es bueno que el lenguaje sea correctamente utilizado ya que estamos optando por ser aceptados por la ciencia.

Sólo que somos capaces de “sintonizar” con aquella información que queremos percibir en un momento dado, al igual que lo hacemos técnicamente al utilizar un radiorreceptor cuya antena está inmersa en un océano de señales de todo el espectro electromagnético, pero que su sistema de sintonía “resuena” (selecciona) con la que queremos escuchar. Lo demás ya consiste en la convención mental que establezcamos en cuanto a cómo esperamos que “reaccione” la varilla o el péndulo al encontrar lo que buscamos, si cerrarse o abrirse la varilla o girar el péndulo en un sentido o en el otro, en fin, ya esto es la “técnica” o el arte de la Radiestesia como tal y que será más efectivo cuanto más habilidades desarrollemos al igual que ocurre en el adiestramiento de nuestros sentidos clásicos y también depende de la sensibilidad propia de cada individuo. Un catador de vinos, por ejemplo, en la medida que cata más variedad de vinos durante muchos años, logra mayores y mejores aciertos, sin embargo hay virtuosos en este oficio, otros no lo son.
La interacción y comunicación entre nuestros hemisferios cerebrales se ocupa del resto de forma totalmente autónoma, provocando las contracciones musculares del brazo, antebrazo y manos para que ocurra el movimiento del indicador (varilla o péndulo) al ser percibido por nuestro cuerpo o una parte del mismo, la señal o indicio de lo que estamos buscando específicamente. El proceso final es neuromuscular, con el consecuente movimiento del indicador sujeto en nuestras manos. De lo contrario, pruébese a poner dos varillas en las manos de alguien que no conoce nada de Radiestesia y pídale que camine en línea recta con las varillas puestas adecuadamente y verá qué ocurre. Yo considero que si fuera un proceso meramente físico, no había que aprender nada ni practicar ni adquirir destrezas, las varillas y péndulo indicarían de todas formas. Pero además ¿qué indicarían? Debajo de nuestros pies siempre hay algo que pudiera provocar la deflexión del indicador, vg.: agua, rocas, cavernas, minerales,…..

Considero que la Radiestesia se basa, en gran medida, en los fenómenos bioeléctricos que ocurren en los organismos vivos como reacción o respuesta a estímulos externos o internos (físicos o mentales….que no dejan de ser físicos). La bioelectricidad es un fenómeno conocido y estudiado desde hace mucho tiempo, sin embargo tiene aún muchas interrogantes que se presentan actualmente relacionadas con estos fenómenos que nos ocupan y que al parecer los nuevos conocimientos en este campo darán al fin la posibilidad de explicar esto tan sencillo y que ahora nos parece tan complicado por no conocer las leyes que lo rigen.
Creo que los especialistas de la Bioingeniería pudieran mucho mejor que yo, abordar profundamente este aspecto. Al igual que todos nuestros sentidos, pienso que para los sensores que hacen posible el fenómeno radiestésico, existe una propiedad fundamental, sin la cual no fuera posible vivir y es su selectividad, esto es, que son capaces de extraer o filtrar de un “mar” de ruido, la señal que estamos buscando. Por ejemplo nuestro sentido auditivo, podemos estar en un lugar sumamente ruidoso, sin embargo podemos discriminar alguna frecuencia o fuente específica, con el sentido de la vista ocurre lo mismo.
Si en todo momento estuviéramos conscientes de todo el ruido que captan nuestros sentidos, sucumbiríamos en muy poco tiempo, nuestro cerebro se agobiaría rápidamente. Esta experiencia, con idéntico sentido, la podemos encontrar y comparar con la Radioastronomía, logrando con los radiotelescopios, identificar fuentes estelares cuya emisión en ondas de radio son millones de veces más débiles que el ruido ambiental y el ruido propio de los receptores, y todo esto gracias al filtrado, la selectividad y la sintonía correctas de los circuitos electrónicos. Como es conocido, en Cuba la Radiestesia, como técnica empírica, se viene practicando desde hace mucho tiempo, sobre todo en la búsqueda de “manantiales” y creo que a lo largo de todo el país es conocida su práctica, sobre todo en los campos.
En las últimas décadas se ha incrementado notablemente el número de personas interesadas en practicarla y aplicarla en numerosas disciplinas, se han impartido numerosos cursos, seminarios y charlas por parte de especialistas cubanos y extranjeros que nos han visitado. Han aparecido y desaparecido también organizaciones que agrupan o tratan de agrupar a los practicantes de la Radiestesia, sin embargo existe aún, a mi modo de ver, un desconocimiento bastante generalizado en cuanto a lo que realmente se está haciendo, lo cual lo atribuyo, en parte, a lo controvertido de estas prácticas y las críticas que se reciben de los medios académicos, quienes quizás por no probar a practicarla, la ignoran y critican sin fundamentos, lo cual es muy lamentable. Lo otro es la poca difusión que se da a los trabajos realizados en diferentes campos, aunque es cierto que en los medios, tanto escritos como de radio, en los últimos tiempos se viene dedicando algunos espacios al tema. Por lo que conozco,
Cuba sí está, al parecer, entre los países en que se practica Radiestesia con mayor seriedad y en busca de sus más generalizadas aplicaciones e insistiendo también la forma de que sea aceptada en los medios científicos. Es una tarea algo difícil por cuanto sus principios básicos aún se encuentran en la frontera del conocimiento científico y debe romper, junto con otros temas de la llamada Bioenergía, con paradigmas muy afianzados. Considero que la crisis de conocimiento en que se encuentra la Ciencia concluirá cuando se logre dar explicación científica a estos fenómenos, lo cual obviamente no ocurrirá a partir de los viejos conceptos newtonianos-cartesianos".

miércoles, 24 de diciembre de 2008

“Las piedras, la radiestesia y el hombre”


Por Carlos Rafael Diéguez. B
No es una locura pensar que las piedras y los hombres conversen ni demencia asegurar que existe una comunicación muy cercana entre nosotros y ellas. ¿Pretendo provocar la polémica destinada a pensar e investigar más sobre el origen del mundo? Sí. El término vida pudo haber sido otro, incluso tener un nombre distinto: ciencia, cielo, amor, sentimiento, pero cualquiera que se hubiera definido tendría que estar muy relacionado con la sensibilidad, esa capacidad innata de los seres vivos de captar radiaciones y al propio tiempo desprender energías en formas de onda, porque las personas, animales y plantas somos como radiorreceptores analógicos. Hasta aquí resulta coherente la reflexión, pero falta algo más. ¿Y las piedras son muertas? ¿Por qué nuestros ancestros adoraban los ídolos inanimados hechos de rocas?
Los griegos y los romanos consideraban la Abadir un tipo de piedra con propiedades maravillosas al punto que la denominaban “Dios magnifico” ¿Qué de distinto encontraron nuestros antepasados en esas piedras que llegaron a magnificar?
Si la radiestesia se considera como “sensibilidad singular” capaz de descubrir radiaciones, percibir sensaciones en las rocas, en los objetos porque sabemos de las practicas de los zahories que encuentran agua con métodos radiestesicos, entonces podemos plantearnos la hipótesis; existe una comunicación entre el hombre y todo lo que le rodea donde se incluyen hasta las piedras.
No aspiremos a que las piedras hablen, pero ellas envían mensajes, señales, ondas o energías a otros seres y estos los decodifican, cómo explicar entonces las propiedades de la piedra llamada Obsidiana, también conocida como ágata de Islandia o espejo de los incas, usada en la Magia negra. No es de muy buena reputación pero ¿Por qué los aztecas se construían sus armas con obsidiana? Como la filosofía es para hacerse preguntas ¿Por qué los antiguos ocultistas esculpían la obsidiana en forma de hombre? Según lo escrito por la historia estas esculturas eran guardadas en un recipiente de plata para conservar intactos sus grandes poderes mágicos. Esos indios la usaban para curar y en los tiempos modernos se plantea que la obsidiana llega a curar también la anemia, los cólicos renales y hasta las diarreas. Las piedras no hablaran pero su silencio es vida.¿Por qué el Calendario azteca la piedra del sol?
La radiestesia está llamada a dilucidar el misterio de las piedras con el hombre porque es inherente al entorno humano. Lo que conocemos hasta hoy como seres vivos a partir de que el universo es energía pudiéramos cuestionarnos el reduccionista concepto de la vida y llevarlo hasta las piedras porque ellas contribuyeron a la formación de planeta tierra. La radiestesia como fenómeno está en condiciones de buscar y encontrar respuesta a estas dudas e interrogantes que no son pocas.
Según leyendas chinas y de acuerdo con lo investigado por científicos orientales el universo es un cuerpo formado como consecuencia de nueve explosiones. ¿Cuántas piedras diseminadas por el universo? ¿O cuántas vidas tienen las piedras? Sin las rocas la tierra no existiera. La tierra donde vivimos ha sido destruida muchas veces. Entonces: ¿Existe o no, una extraña relación entre los seres humanos y las piedras? Es evidente, al propio tiempo se aprecia una identificación que sin mediar palabras entre las personas y las piedras perdura una histórica relación; no podemos olvidar los hallazgos arqueológicos con pinturas rupestres descubiertas en las cavernas de piedra, por ejemplo con altos vuelos artísticos. En la piedra el hombre encontró el fuego y halló el arte. La relación entre humanos y piedras es maternal, la piedra fue la primera silla que dispuso el hombre después del suelo y su primera amiga hasta que encontró el caballo y el perro. La relación de los humanos con las piedras llega a ser celestial. En el Museo de la Universidad Nacional de Perú, hay una roca grande en la cual está grabada una figura humana observando cuerpos celestiales con un telescopio en sus manos ¿Estará en el cielo lo que andamos buscando?

Las llamadas culturas prehistóricas están ligadas a la piedra y se convirtieron en polvos que hoy invaden los entornos y constituyen energías. Puede parecer descabellado pensar que los seres que hemos estado esperando desde siempre mirando al cielo, estén debajo de nosotros o a nuestro lado: en las piedras.

martes, 23 de diciembre de 2008

La Conferencia Internacional de Energía Renovable, Ahorro de Energía y Educación Energética (CIER)



Convocatoria
La Conferencia Internacional de Energía Renovable, Ahorro de Energía y Educación Energética (CIER) es el evento más importante de Cuba en la temática del estudio y empleo de las fuentes renovables y no renovables de energía, la cual se desarrolla cada dos años y corresponde la realización de su VI edición del 9 al 12 de junio del 2009 en el Palacio de Convenciones en la Ciudad de la Habana.
http://www.ciercuba.com/?q=node/5

lunes, 22 de diciembre de 2008

BENIGNO SE ENFRENTA A MALIGNO


Por Carlos Rafael Diéguez. B
Cuando Benigno enfermó de cáncer en Sancti Spíritus no sabía de los resultados de una investigación en Suiza con 24 mil ratones que durante cinco años estudió el comportamiento de los roedores en zonas telúricas malsanas, comprobándose la existencia de síndromes múltiples de neurosis y reducción de la fertilidad con respecto a los animales libres de esas energías.
Por la mente de mi entrevistado no pasaba tampoco la palabra radiestesia. El Benigno que describo ha devenido un caballero andante frente a los molinos del infortunio, totalmente ajeno a radiaciones producidas por alteraciones geológicas, cruces o capas de agua subterráneas que podían producir cáncer.
Tampoco se conoce de las prácticas de los apicultores alemanes que colocaban sus colmenas sobre radiaciones negativas para de esa forma aumentar la producción y la calidad de la miel.
Sin embargo Benigno López González residente en Santa Elena entre Brigadier Reeve y Carlos Rolof en la ciudad de Sanctí Spíritus al cabo de un lustro, en medio de la enfermedad descubrió por si solo que la radiestesia es capaz de salvar de la muerte a un enfermo de cáncer; lo sabe muy bien porque él contrajo un carcinoma epidemoide, cáncer en el lóbulo superior del pulmón derecho en contacto con mediastino el que engrosaba además de forma anárquica los vasos sanguíneos importantes como la subclavia y la yugular de esa área.
Fue tan insólito y lleno de voluntad el enfrentamiento que tuvo Benigno contra el maligno tumor que el periódico Escambray publicó un reportaje sobre el acontecimiento en abril de 2006 *.
Ha pasado el tiempo y Benigno recuerda como la radiestesia contribuyó a desafiar la muerte: “Bueno yo a partir de la enfermedad que se me presentó comencé a estudiar por mi mismo sobre el naturalismo y conocí sobre la radiestesia, casualmente el doctor Guillermo Morejón de la clínica de medicina tradicional se me acercó y me hizo una medición de las corrientes geopatógenas en mi habitación, a partir de ahí me interesé por la literatura extranjera que trata sobre la radiestesia, hasta que cayo en mis manos un libro de un doctor de aquí, cubano, Laureano Orbera donde pude profundizar más sobre el fenómeno radiestesia y empecé entonces a aplicar esos conocimientos a mi propio cuerpo y posteriormente a personas que tenían enfermedades malignas que comenzaron a acercarse a mí y yo visitaba sus casas, les medía las corrientes telúricas, las vetas de agua y otras radiaciones perjudiciales para el cuerpo y las aislaba de las corrientes dañinas”
Benigno utiliza distintas formas para medir las corrientes telúricas en los hogares, fundamentalmente en los cuartos y en las salas porque son los espacios donde mayor tiempo permanecen las personas sometidas a negativas energías. Para detectarlas mi entrevistado prefiere el uso de las varillas en forma de L o bastón y los péndulos: “con ellos encuentro las corrientes geopatógenas y hasta concentraciones de minerales que irradian unas ondas negativas para el cuerpo humano. La mayoría de las personas enfermas de cáncer que los familiares me han pedido les haga mediciones he comprobado que han estado sometidas a corrientes telúricas o de otros tipos ya sean naturales, artificiales por dormir cerca de ventiladores, aires acondicionados o de exceso de corriente eléctricas o de transformadores cercanos a sus habitaciones”.
Benigno López González de paciente se convirtió de la noche a la mañana en un “sanador” de la comunidad, en un estudioso e investigador de las causas que provocan malestar a sus vecinos y amigos. Él calcula haber visitado cerca de doscientos hogares espirituanos utilizando las varillas y péndulos de la radiestesia. Resalta el hecho de la preocupación del matrimonio de Eduardo Alonso Salinas y Yudit Rodriguez que no podían tener un segundo hijo luego de haberse mudado a otra vivienda. Tras la medición de Benigno y sugerir como acomodar adecuadamente el lecho y quitar algunos objetos que irradiaban energías negativas entre ellos algunos espejos y figuras cóncavas la joven espirituana exhibe hoy un abdomen pronunciado próximo al deseado parto ¡bondades de la radiestesia!
Benigno es un hombre que gusta caminar, su única adicción: el consumo de plantas medicinales desde la sábila, el corcovan, el tilo, el hollejo de limón, la semilla de calabaza, el noni, estas y otras las consume cuando la radiestesia se lo indica : “hay humanos que padecen de dolores de cabeza y cuando usted le hace una medición en el dormitorio detecta que están durmiendo sobre corrientes telúricas, le cambia el lugar de dormir, y se le quita el dolor de cabeza, estas personas expuestas a estas ondas a corto o largo plazo se enferman, por eso que la radiestesia sirve para mejorar y elevar la calidad de vida de la gente y de todos los seres vivos” . Con los conocimientos de radiestesia el espirituano de la calle Santa Elena realiza diagnósticos dirigidos a enfrentar con hidalguía toda onda maligna que se le pueda acercar a alguien, lo mismo sugiere una cromoterapia, que el uso de los imanes, la acupuntura o la energía piramidal. Sustenta el criterio: “para la formación del personal médico se les debe impartir la asignatura de radiestesia”.
Benigno López González sabe que cada día debe recuperarse más, seguir enfrentando con optimismo la vida. En un momento de nuestro diálogo con este caballero andante, hace una pausa y me revela con vehemencia el sueño de su vida: “inspirado en el ejemplo del joven canadiense Terrance Stanley Fox mi gran deseo es atravesar corriendo desde la punta de Maisí al cabo de San Antonio, mi querida isla y hacer al propio tiempo una campaña de donación dirigida a los enfermos de cáncer y en cada pueblo que llegue trasmitir estos conocimientos a los niños, jóvenes, adultos; que sepan que la cura de cualquier enfermedad está en la prevención, al conocimiento que tengamos por ejemplo: de la radiestesia, de como las radiaciones artificiales y naturales pueden dañar a los humanos, que la gente sepa la importancia de tener una adecuada alimentación natural; y sobre todo la voluntad, esa fuerza que nace de las convicciones.
No pararé hasta que cumpla mi sueños, hasta hoy ya he corrido en la pista del reparto Olivos uno de Sancti espíritus más de mil doscientos kilómetros, casi estoy llegando a la meta, mis sueños no son una utopía”.

http://xalsina.blogia.com/2006/101702-le-gane-una-partida-a-la-muerte.php

jueves, 4 de diciembre de 2008

JUAN PABLO: UN RADIESTESISTA DE GRANDES LIGAS



POR Carlos Rafael Diéguez B
Juan Pablo Rodríguez Aranguren trabaja en el Instituto de Neurocirugía de Cuba es técnico de anestesia y en su tarjeta de presentación se lee Diagnóstico Radiestésico, Rehabilitación integral intensiva y Kinesioterapia del dolor. Me llegué a su hogar en la capital del país para entrevistarlo. Accedió con gusto, es un mulato tan alto como las palmas y sus ojos irradian conocimiento natural, puro, del que nace del vientre materno y crece en la universidad de la vida.
Después de mi primer encuentro con este amante de la salud se han sucedido varios intercambios en su propio hogar lo que permite hoy al cabo de casi un año,conocerlo mejor y ponerle el titular que encabeza el trabajo, denominarlo como un radiestesista de grandes ligas, fuera de serie como solemos decir en Cuba, porque sus cualidades devienen un don natural.
No me queda dudas que el protagonista de esta nueva historia que le cuento se ha especializado en la teleradiestesia desde una humilde casa en la calle San Miguel de Centro Habana donde cultiva útiles plantas medicinales y de jardín; allí recibe de otras partes del planeta hasta llamadas telefónicas reclamando una consulta de Juan Pablo que siempre la ofrece con el cariño de los cubanos y ese aliento necesario y reconfortante producto de sus conocimientos empíricos, pero abalados por la gente de pueblo. No importa que el paciente se encuentre en Europa o en Australia, él sabe como curarlo.

Juan Pablo desde hace 30 años acompaña la radiestesia cuando fortuitamente descubrió un tumor en el oído de un paciente. Así comenzó sin péndulos con pasar la mano y a través de los dedos realizaba diagnósticos. Hoy usa muchas técnicas y terapias al tacto. Conoció la radiestesia hace tres décadas cuando especialistas de una Universidad de Sirilanka estuvieron en Cuba en un evento de medicina alternativa y de radiónica la disciplina que trata de la dirección y el control de la energía a distancia, conocida también como psicotrópica y teleterapia.
Juan Pablo recuerda además sus vínculos con el antiguo presidente de la radiestesia Argentina Jorge Martínez considerado padre de la radiestesia en ese país del cual recibió clases y de ahí comenzó a trabajar seriamente en éste fenómeno que él lo denomina “Arte y ciencia”

Juan Pablo es un convencido de la radiestesia con diagnósticos holísticos. ÉL usa una carpeta que da respuesta a los estados anímicos del paciente desde todos los puntos de vista con información cruzada. De manera empírica domina el fenómeno, no es doctor y tampoco licenciado pero tiene el don de la sabiduría popular adquirida en la universidad de la calle, en el contacto con la gente, conociendo sus costumbres, hábitos y tradiciones. Nuestro entrevistado cursa el quinto año de medicina de rehabilitación. Ha leído y estudiado decenas de libros y bibliografías relacionadas con las energías. Varias publicaciones extranjeras exhiben sus investigaciones.
Juan Pablo es capaz con el péndulo hacer desde un examen de radiografía general hasta profundizar en el cráneo humano y demostrar que la radiestesia puede alcanzar resultados prácticamente al mismo nivel de una tomografía axial computarizada. ¡Asombroso!

Es sin dudas un reto, si tenemos en cuenta que un TAC es una exploración científica que utiliza técnicas avanzadas para obtener imágenes en tres dimensiones. Es inimaginable pensar que un pequeño péndulo usado como instrumento de medición pueda sustituir a un sofisticado soporte de diagnóstico digital. Crealo o no, los aportes de la investigación “Resultados comparativos en el diagnostico con examen radiestesico y tomografía axial computarizada” de Juan Pablo Rodríguez Aranguren con la colaboración de Adnolys Reyes Berazai (neurorradióloga) Zoilo Camejo León (neurólogo) y Elio Hernández Ramírez son muy útiles y significativos para la humanidad, tan urgida de salud y demuestran la posibilidad de unir criterios entre la ciencia y el empirismo.

El hecho que hayamos podido tener acceso a este documento que contiene cerca de 40 páginas con consultas a más de una treintena de fuentes autorizadas nos da confianza en creer en la radiestesia como ciencia y no seudo ciencia como muchos plantean.

Conversé largamente con Juan Pablo, sus palabras trasmiten energías positivas, con argumentos me explica mientras sostiene en su mano derecha un pendulito de color rosado: “La radiestesia Medica es capaz de obtener información para el diagnóstico y tratamiento de enfermos y se puede realizar directamente sobre el paciente o utilizando la teleradiestesia”.
Para demostrar la efectividad de la radiestesia Juan Pablo realizó un ensayo preliminar con una muestra aleatoria de 118 pacientes con afecciones neurológicas a los cuales se les había indicado un TAC. Sin conocimiento del diagnóstico se procedió a una revisión a distancia de esas personas para determinar afecciones de tipo infarto cerebral, hemorragia, hemorragia o tumor. En el experimento Juan Pablo solo utilizó el nombre y apellidos, edad, sexo y número de historia clínica del paciente.
Periodista. ¿Qué resultados obtuvo usted con los experimentos realizados con exámenes radiestesicos del cráneo comparándolo con el TAG?
Juan Pablo. “Son sorprendentes, para que tengas una idea de 77 pacientes con tomografía normal la Radiestesia coincide en 65 personas, lo que representa un 84, 4 por ciento de coincidencia, un valor muy significativo, no ocurre igual con el diagnóstico de tumor, donde solamente hay coincidencia en uno de siete pacientes ni en el infarto donde concuerdan en tres de once casos”.
Juan Pablo considera y nosotros compartimos su opinión de que esta investigación demuestra como la radiestesia se pude utilizar como complemento del diagnóstico clínico que permitiría reducir las exposiciones radiológicas repetidas y reducir otros daños a las personas.
Juan Pablo es un admirador de la Kinesiología holística y logra sin mucho esfuerzo aplicando él mismo diversas terapias el necesario equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. Con seguridad este hombre convencido de los valores que posee el fenómeno radiestesia utiliza poderosas técnicas de sanación muy eficaces para el tratamiento de disímiles dolores desde la espalda hasta el dedo “meñique” o cualquier fatiga, problemas de tipo anímico, dislexia, encéfalo mielitis o problemas intestinales de la piel y el sabe armonizar también los chacras. Por eso afirmo que Juan Pablo Rodríguez Aranguren es un cubano radiestesista de grandes ligas.