miércoles, 24 de diciembre de 2008

“Las piedras, la radiestesia y el hombre”


Por Carlos Rafael Diéguez. B
No es una locura pensar que las piedras y los hombres conversen ni demencia asegurar que existe una comunicación muy cercana entre nosotros y ellas. ¿Pretendo provocar la polémica destinada a pensar e investigar más sobre el origen del mundo? Sí. El término vida pudo haber sido otro, incluso tener un nombre distinto: ciencia, cielo, amor, sentimiento, pero cualquiera que se hubiera definido tendría que estar muy relacionado con la sensibilidad, esa capacidad innata de los seres vivos de captar radiaciones y al propio tiempo desprender energías en formas de onda, porque las personas, animales y plantas somos como radiorreceptores analógicos. Hasta aquí resulta coherente la reflexión, pero falta algo más. ¿Y las piedras son muertas? ¿Por qué nuestros ancestros adoraban los ídolos inanimados hechos de rocas?
Los griegos y los romanos consideraban la Abadir un tipo de piedra con propiedades maravillosas al punto que la denominaban “Dios magnifico” ¿Qué de distinto encontraron nuestros antepasados en esas piedras que llegaron a magnificar?
Si la radiestesia se considera como “sensibilidad singular” capaz de descubrir radiaciones, percibir sensaciones en las rocas, en los objetos porque sabemos de las practicas de los zahories que encuentran agua con métodos radiestesicos, entonces podemos plantearnos la hipótesis; existe una comunicación entre el hombre y todo lo que le rodea donde se incluyen hasta las piedras.
No aspiremos a que las piedras hablen, pero ellas envían mensajes, señales, ondas o energías a otros seres y estos los decodifican, cómo explicar entonces las propiedades de la piedra llamada Obsidiana, también conocida como ágata de Islandia o espejo de los incas, usada en la Magia negra. No es de muy buena reputación pero ¿Por qué los aztecas se construían sus armas con obsidiana? Como la filosofía es para hacerse preguntas ¿Por qué los antiguos ocultistas esculpían la obsidiana en forma de hombre? Según lo escrito por la historia estas esculturas eran guardadas en un recipiente de plata para conservar intactos sus grandes poderes mágicos. Esos indios la usaban para curar y en los tiempos modernos se plantea que la obsidiana llega a curar también la anemia, los cólicos renales y hasta las diarreas. Las piedras no hablaran pero su silencio es vida.¿Por qué el Calendario azteca la piedra del sol?
La radiestesia está llamada a dilucidar el misterio de las piedras con el hombre porque es inherente al entorno humano. Lo que conocemos hasta hoy como seres vivos a partir de que el universo es energía pudiéramos cuestionarnos el reduccionista concepto de la vida y llevarlo hasta las piedras porque ellas contribuyeron a la formación de planeta tierra. La radiestesia como fenómeno está en condiciones de buscar y encontrar respuesta a estas dudas e interrogantes que no son pocas.
Según leyendas chinas y de acuerdo con lo investigado por científicos orientales el universo es un cuerpo formado como consecuencia de nueve explosiones. ¿Cuántas piedras diseminadas por el universo? ¿O cuántas vidas tienen las piedras? Sin las rocas la tierra no existiera. La tierra donde vivimos ha sido destruida muchas veces. Entonces: ¿Existe o no, una extraña relación entre los seres humanos y las piedras? Es evidente, al propio tiempo se aprecia una identificación que sin mediar palabras entre las personas y las piedras perdura una histórica relación; no podemos olvidar los hallazgos arqueológicos con pinturas rupestres descubiertas en las cavernas de piedra, por ejemplo con altos vuelos artísticos. En la piedra el hombre encontró el fuego y halló el arte. La relación entre humanos y piedras es maternal, la piedra fue la primera silla que dispuso el hombre después del suelo y su primera amiga hasta que encontró el caballo y el perro. La relación de los humanos con las piedras llega a ser celestial. En el Museo de la Universidad Nacional de Perú, hay una roca grande en la cual está grabada una figura humana observando cuerpos celestiales con un telescopio en sus manos ¿Estará en el cielo lo que andamos buscando?

Las llamadas culturas prehistóricas están ligadas a la piedra y se convirtieron en polvos que hoy invaden los entornos y constituyen energías. Puede parecer descabellado pensar que los seres que hemos estado esperando desde siempre mirando al cielo, estén debajo de nosotros o a nuestro lado: en las piedras.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Considero que con el material elaborado y recopilado por Carlos Rafael se pudiera editar un magnifico volumen con ese mismo titulo_: La Radiestesia en Cuba u otro mas abarcador, creo que esto ayudaria mucho al desarrollo de este arte o ciencia al servicio de la humanidad.

Mitsuko dijo...

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