sábado, 31 de enero de 2009

"LA RADIESTESIA EN LA VIDA COTIDIANA DE UN SANADOR"

Del 1er. Taller Nacional de Radiestesia Médica en Cuba desarrollado en la Ciudad de Cienfuegos del 15 al 18 de mayo 2006 estraemos la ponencia titulada "LA RADIESTESIA EN LA VIDA COTIDIANA DE UN SANADOR" del Autor: Lic. Ángel Gómez Rodríguez
"Los hombres que sufren tienen derechos sobre nosotros
y no entienden que cuestiones de personas, de escuelas, o de dogmas,
los priven de lo que podría aportarles alivio o curación”

Profesor R. Leriche.
Tomado del Manual de Acupuntura
del Dr. Tomás A. Álvarez Díaz.
Este trabajo está dedicado a:
Luis Alfredo Favier Hernández,
Radiestesista, Maestro,
Compañero y Amigo.

INTRODUCCIÓN

Este primer taller de Radiestésica Médica representa un peldaño muy importante para la divulgación e intercambio de experiencia entre los que empezamos a descubrir el alcance infinito de esta técnica para el diagnóstico, tratamiento, evolución y pronóstico de las enfermedades, tanto humanas como de todo lo vivo.

Nuestro objetivo no es hablar sobre la Radiestesia, ni de sus requisitos para el éxito, sino expresar a aquellos que recién comienzan algunas situaciones, un tanto personales, anecdóticas si se quiere, pero ajustadas a la más estricta realidad, las cuales ya llevan una experiencia acumulada y la rectificación de errores cometidos.

Espero de esta forma motivar y trasmitir lo que he podido aprender de los maestros que me enseñaron, de los compañeros que me estimularon y rectificaron mis errores, para que puedan también ser útiles a otros.


DESARROLLO

En el título del trabajo aparecen dos términos que requieren explicarse: Radiestesia y Sanador.

Comenzaremos por este último: Sanador: todo el que con amor ponga sus manos, el pensamiento y el corazón para ayudar a recuperar el equilibrio perdido a cualquier persona, tanto en el plano físico, mental, psíquico o espiritual, lo podemos llamar un sanador, pero me referiré, especialmente, al que lo hace con sistematicidad y con un amor incondicional, que es el mayor de todos los sanadores.

Radiestesia: Llamémosla una técnica que nos permite escudriñar a cualquier nivel y determinar, previa una pregunta formulada, si la respuesta corresponde a un sí o a un no. Esto lo podemos comparar con una computadora, que con sólo responder sí o no, ha sido capaz de ganarle al campeón mundial de ajedrez un match; y en nuestro caso específico, debemos tomar en consideración que nuestra “base de datos” puede estar constituida por cualquier vibración en el Universo, y que si somos capaces de lograr con nuestro péndulo (sea varilla, o cualquier otro instrumento) la amplificación de la respuesta a la pregunta formulada, podemos obtener una información muy preciada en nuestro trabajo.

Es importante recordar que para lograr que la información fluya se requiere que el sanador esté equilibrado, sin perturbaciones en su aura, con su mente y corazón abiertos y sin tener elementos externos que funcionen como campos de interferencia los cuales pueden desviar el flujo de la información solicitada. Esto conlleva un cuerpo sano, una mente equilibrado y un corazón dispuesto al Amor Incondicional.

Importante es aprender a hacer las preguntas al péndulo correctamente. En una ocasión, un compañero que se iniciaba en estos menesteres de la Radiestesia, preguntó a su péndulo si una jicotea que había sido mordida por el perro de su casa iba a morir. Esto lo hizo a solicitud de su hija que estaba angustiada con este incidente. El péndulo le dijo que sí, y a las dos semanas la jicotea no sólo no se había muerto, sino que daba signos de buena salud. Cuando me relató su supuesto fracaso con la respuesta del péndulo, le pregunté: ¿Has visto tú algún ser vivo que no se vaya a morir? Las preguntas incorrectas no puede dar respuestas lógicas ni ciertas. ¿Cómo debió preguntar? Pues de esta otra forma: ¿Se morirá la jicotea a consecuencia de las mordidas del perro? Entonces sí se habría ajustado la forma de preguntar a lo que deseábamos conocer.


La información que podemos obtener del péndulo es siempre holística, más general que nuestra mente, a veces limitada, puede imaginar. Esto se los ilustro con un episodio que me ocurrió al tener que encontrar en un edificio, en el Vedado, cuál era el apartamento donde vivía una persona que necesitaba localizar: Subí al quinto piso, donde sí sabía que se había mudado, pero en un pasillo muy amplio, con más de 10 apartamentos, esperé más de 15 minutos a ver si salía o entraba alguna persona que me pudiese informar. Me cansé de esperar y decidí usar el péndulo y fui preguntando, puerta por puerta, si ahí vivía esa persona. Llegué así a una puerta que el péndulo me confirma que sí. Toqué, pero no había nadie en el mismo. Continué preguntando en las puertas que quedaban, llegué a otra que me decía también que ahí sí era. Me asombré ante tal respuesta, pero toqué, cuando salió una persona y pregunté por la que yo buscaba, me señaló entonces el apartamento que anteriormente me había dado como positivo. Ahora cabe preguntarnos: ¿Pero por qué esas respuestas, al parecer contradictorias? Pues, sencillamente, porque en ese otro apartamento estaba la información que yo necesitaba.

Uno de los hechos que más me hizo afianzarme, y darme una seguridad absoluta, en la utilización del péndulo, fue la vez que pedí a mi maestro, Favier, que nos pusiésemos de acuerdo en los parámetros que debíamos determinar, a través de la Radiestesia, para la aplicación de un medicamento natural, que sometido a la “prueba del péndulo” nos decía que podía usarse para curar algunos tipos de cánceres. Mediante preguntas al péndulo debíamos determinar en cada parámetro el valor del mismo, en forma independiente. Podremos tener una idea del trabajo realizado analizando dichos parámetros y algunos de los resultados: (Se usaría en medicamento en forma de gotas homeopáticas, elaboradas a partir de la tintura madre)
a) Zonas de aplicación: (Aquí también, al igual que en los demás factores, se utilizó la Radiestesia para confirmar los mismos)
• Sublinguales.
• Enemas rectales.
• Enemas vaginales.
• Gotas nasales.
• Gotas oculares.
• Gotas óticas.
• Tópicos (caso de piel).
b) Concentraciones (CH) utilizables.
c) Concentraciones a utilizar por zonas de aplicación, de acuerdo a la semana en que se aplique.
d) El parámetro anterior se determinaría atendiendo a los posibles valores de concentración mínima, máxima y óptima.
e) Cantidad de veces al día.
f) Tiempo total del tratamiento, como promedio, en semanas.
g) Pronóstico, en % de curación, por semanas de tratamiento.
h) Periodicidad en que debía valorarse la evolución del paciente.

Estos datos servirían también de base para el cálculo de la cantidad de medicamentos que debíamos preparar.

Cuando hube de terminar mis tablas, él preparó las de él. Podría pensarse que ante tantos números posibles las diferencias serían numerosas. Para que tengamos una idea de los números:
Período que duraría el primer ciclo del tratamiento: 25 semanas.
En la primera semana: Gotas sublinguales: Concentraciones:
Mínima: 300
Máxima: 400
Óptima: 300
Veces al día: 5 (en todos los casos se
obtuvieron 5 gotas en cada aplicación)
Gotas nasales: Concentraciones:
Mínima: 400
Máxima: 600
Óptima: 600
Enemas rectales, Enemas vaginales, Tópicos (Todos estos parámetros también se buscaron, los que se aplicarían según las características y sexo del paciente).

La coincidencia total y absoluta entre ambos trabajos, el realizado por mí, y el encontrado por el otro compañero, no daba lugar a dudas. No era posible que fuera obra de la casualidad que todos los datos, seleccionados con este grado de detalles, para 25 semanas, no fuera obra de la más rigurosa y cierta técnica.

Este trabajo sólo reafirmaba lo que ya sabíamos de otros procederes, de los zahoríes, por citar un caso conocido por muchos, que pueden localizar dónde hay agua, la distancia a la cual está y hasta la calidad de la misma, sin fallar ni una sola vez. Este 100% no es casualidad, ni cabe someterlo a la más mínima duda: Funciona y es real; aunque la Ciencia tarde en buscar sus explicaciones.

En el trabajo diario como sanador, además de los cuidados de una comida natural y balanceada, las horas de sueño necesarias, el ejercicio físico sistemático, la alegría de vivir y el estar siempre dispuesto a servir, son objetivos que no pueden dejarse de perseguir.

La divisa del trabajo: Diagnóstico radiestésico y terapia energética, sirve no sólo para elevar la eficacia de la labor, sino para ahorrar un tiempo enorme, allí donde deben otras terapéuticas ponerse a investigaciones invasivas, dolorosas, costosas y a veces con secuelas tan graves como la propia enfermedad.

Hace unos días, un veterinario amigo mío, que conoce de Homeopatía, le explicaba cómo yo podría, mediante la Radiestesia, diagnosticar, por ejemplo, las vitaminas que él requería, la compatibilidad entre las mismas, la dosis a tomar, el tiempo que debía hacerlo, así como encontrar los déficit de metales, oligometales, sales de Schuessler, o Flores de Bach que él requeriría. En esos momentos se encontraba bajo un estado de asma, con fuerte tos, le habían diagnosticado neumonía, pero lo que más le mortificaba era la tos que presentaba. Tome uno de los libros de Homeopatía, Guía Ilustrada, y busqué en el índice de materia los medicamentos homeopáticos para la tos, los anoté en una hoja de papel, hice que se acercara a mí, puse mi mano debajo de la de él y fui testando si ese era el medicamento que él necesitaba tomar para aliviar su tos –además de algunos procederes previos que conocen todos los radiestesistas, y que pueden ser consultados en los anexos a este trabajo- y que aparecen en la página 144 del mencionado texto. Se determinó la “Spongia tosta”, que se describe en las páginas 114-115. Le ofrecí el libro para que buscara este medicamento y me dijera si se ajustaba o no a la sintomatología que él presentaba. A ver los resultados, me rogó encarecidamente que le ofreciera información sobre la Radiestesia y le informara de cualquier curso que se impartiera. Las pruebas eran contundentes. Así se rompió su incredulidad sobre esta técnica.

Así mismo podemos utilizar el mapa de la oreja, un plano de la mano, de los pies, o de cualquier otro microsistema, una simple lista, una foto de la persona, un dibujo, o algo que nos sirva para concentrar en forma inequívoca nuestro pensamiento en la información que deseamos determinar. Se requiere por supuesto, el dominio de la materia en la cual estamos incursionando.

Siempre utilizo la verificación por otros medios de la Medicina Natural, la comprobación y tratamiento de los resultados. Esto es, si detecto problemas en un órgano, con ir al Iris, o a los puntos de alarma, puedo corroborar la exactitud de lo ya encontrado. Tampoco podemos subvalorar la información médica ni los análisis complementarios que se requieren en determinadas situaciones.

La Radiestesia en muchos casos, después de cierto dominio, nos puede ayudar en nuestra vida diaria, en las determinaciones de lo que debemos comer, en definir situaciones personales, que nos ahorran tiempo, y nos garantizan una vida más armoniosa en nuestro medio, hasta su utilización en la Medicina del Hábitat, que se va imponiendo día a día como baluarte de la salud humana y para todo ser viviente.

Existen las personas videntes, los extrasensoriales. Ejemplos hay muchos, pero uno de los más actuales es Barbara Ann Brennan. Sus libros “Manos que Curan” y “Hágase la Luz” son obras que debemos leer y también adaptar a nuestras posibilidades de radiestesistas. Lo que ella percibe, que no está asequible a los sentidos normales, pero
podemos nosotros determinarlo con la ayuda de la amplificación del péndulo; porque todo lo que tenemos que hacer es llevar a preguntas cuyas respuestas sean sí o no, o la determinación, mediante tablas generales, de todos aquellos tópicos de interés diagnóstico.

Someto a vuestra consideración algunos de las tablas, listados o gráficos que utilizo con todo éxito en la labor diagnóstica:

a) Generalidades. (Anexo I)
b) Manos que Curan.(Anexo II)
c) Medicina Tradicional China. (Anexo III)
d) Medicina Energética (Anexo IV)

Nota: Las circunferencias que aparecen en las tablas, son para confeccionar guías generales para el diagnóstico, lo cual está pendiente. Puede utilizar, con la información ofrecida, el listado o relación de aspectos diagnósticos, uno por uno.


Conclusiones:

La inclusión de la Radiestésica Médica dentro del arsenal diagnóstico en nuestros galenos abre una nueva puerta que aporta no sólo la eficacia del método, sino el ahorro del tiempo, muchas veces precioso en el proceder terapéutico. Con independencia de la disminución del costo, la inocuidad del método y la forma, muchas veces determinante, de romper el bloqueo con determinados reactivos o equipos.

Ahora queda de nuestra parte profundizar en las técnicas, dominar mejor la integralidad de nuestra actividad, no descuidar nuestra formación personal y seguir dispuestos a brindar lo mejor en cada momento.

Agradecemos las sugerencias que puedan hacernos y está a la disposición de todos los compañeros presentes en este “Primer Taller Nacional de Radiestesia”, lo que hemos elaborado en nuestro quehacer cotidiano.

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