lunes, 22 de diciembre de 2008

BENIGNO SE ENFRENTA A MALIGNO


Por Carlos Rafael Diéguez. B
Cuando Benigno enfermó de cáncer en Sancti Spíritus no sabía de los resultados de una investigación en Suiza con 24 mil ratones que durante cinco años estudió el comportamiento de los roedores en zonas telúricas malsanas, comprobándose la existencia de síndromes múltiples de neurosis y reducción de la fertilidad con respecto a los animales libres de esas energías.
Por la mente de mi entrevistado no pasaba tampoco la palabra radiestesia. El Benigno que describo ha devenido un caballero andante frente a los molinos del infortunio, totalmente ajeno a radiaciones producidas por alteraciones geológicas, cruces o capas de agua subterráneas que podían producir cáncer.
Tampoco se conoce de las prácticas de los apicultores alemanes que colocaban sus colmenas sobre radiaciones negativas para de esa forma aumentar la producción y la calidad de la miel.
Sin embargo Benigno López González residente en Santa Elena entre Brigadier Reeve y Carlos Rolof en la ciudad de Sanctí Spíritus al cabo de un lustro, en medio de la enfermedad descubrió por si solo que la radiestesia es capaz de salvar de la muerte a un enfermo de cáncer; lo sabe muy bien porque él contrajo un carcinoma epidemoide, cáncer en el lóbulo superior del pulmón derecho en contacto con mediastino el que engrosaba además de forma anárquica los vasos sanguíneos importantes como la subclavia y la yugular de esa área.
Fue tan insólito y lleno de voluntad el enfrentamiento que tuvo Benigno contra el maligno tumor que el periódico Escambray publicó un reportaje sobre el acontecimiento en abril de 2006 *.
Ha pasado el tiempo y Benigno recuerda como la radiestesia contribuyó a desafiar la muerte: “Bueno yo a partir de la enfermedad que se me presentó comencé a estudiar por mi mismo sobre el naturalismo y conocí sobre la radiestesia, casualmente el doctor Guillermo Morejón de la clínica de medicina tradicional se me acercó y me hizo una medición de las corrientes geopatógenas en mi habitación, a partir de ahí me interesé por la literatura extranjera que trata sobre la radiestesia, hasta que cayo en mis manos un libro de un doctor de aquí, cubano, Laureano Orbera donde pude profundizar más sobre el fenómeno radiestesia y empecé entonces a aplicar esos conocimientos a mi propio cuerpo y posteriormente a personas que tenían enfermedades malignas que comenzaron a acercarse a mí y yo visitaba sus casas, les medía las corrientes telúricas, las vetas de agua y otras radiaciones perjudiciales para el cuerpo y las aislaba de las corrientes dañinas”
Benigno utiliza distintas formas para medir las corrientes telúricas en los hogares, fundamentalmente en los cuartos y en las salas porque son los espacios donde mayor tiempo permanecen las personas sometidas a negativas energías. Para detectarlas mi entrevistado prefiere el uso de las varillas en forma de L o bastón y los péndulos: “con ellos encuentro las corrientes geopatógenas y hasta concentraciones de minerales que irradian unas ondas negativas para el cuerpo humano. La mayoría de las personas enfermas de cáncer que los familiares me han pedido les haga mediciones he comprobado que han estado sometidas a corrientes telúricas o de otros tipos ya sean naturales, artificiales por dormir cerca de ventiladores, aires acondicionados o de exceso de corriente eléctricas o de transformadores cercanos a sus habitaciones”.
Benigno López González de paciente se convirtió de la noche a la mañana en un “sanador” de la comunidad, en un estudioso e investigador de las causas que provocan malestar a sus vecinos y amigos. Él calcula haber visitado cerca de doscientos hogares espirituanos utilizando las varillas y péndulos de la radiestesia. Resalta el hecho de la preocupación del matrimonio de Eduardo Alonso Salinas y Yudit Rodriguez que no podían tener un segundo hijo luego de haberse mudado a otra vivienda. Tras la medición de Benigno y sugerir como acomodar adecuadamente el lecho y quitar algunos objetos que irradiaban energías negativas entre ellos algunos espejos y figuras cóncavas la joven espirituana exhibe hoy un abdomen pronunciado próximo al deseado parto ¡bondades de la radiestesia!
Benigno es un hombre que gusta caminar, su única adicción: el consumo de plantas medicinales desde la sábila, el corcovan, el tilo, el hollejo de limón, la semilla de calabaza, el noni, estas y otras las consume cuando la radiestesia se lo indica : “hay humanos que padecen de dolores de cabeza y cuando usted le hace una medición en el dormitorio detecta que están durmiendo sobre corrientes telúricas, le cambia el lugar de dormir, y se le quita el dolor de cabeza, estas personas expuestas a estas ondas a corto o largo plazo se enferman, por eso que la radiestesia sirve para mejorar y elevar la calidad de vida de la gente y de todos los seres vivos” . Con los conocimientos de radiestesia el espirituano de la calle Santa Elena realiza diagnósticos dirigidos a enfrentar con hidalguía toda onda maligna que se le pueda acercar a alguien, lo mismo sugiere una cromoterapia, que el uso de los imanes, la acupuntura o la energía piramidal. Sustenta el criterio: “para la formación del personal médico se les debe impartir la asignatura de radiestesia”.
Benigno López González sabe que cada día debe recuperarse más, seguir enfrentando con optimismo la vida. En un momento de nuestro diálogo con este caballero andante, hace una pausa y me revela con vehemencia el sueño de su vida: “inspirado en el ejemplo del joven canadiense Terrance Stanley Fox mi gran deseo es atravesar corriendo desde la punta de Maisí al cabo de San Antonio, mi querida isla y hacer al propio tiempo una campaña de donación dirigida a los enfermos de cáncer y en cada pueblo que llegue trasmitir estos conocimientos a los niños, jóvenes, adultos; que sepan que la cura de cualquier enfermedad está en la prevención, al conocimiento que tengamos por ejemplo: de la radiestesia, de como las radiaciones artificiales y naturales pueden dañar a los humanos, que la gente sepa la importancia de tener una adecuada alimentación natural; y sobre todo la voluntad, esa fuerza que nace de las convicciones.
No pararé hasta que cumpla mi sueños, hasta hoy ya he corrido en la pista del reparto Olivos uno de Sancti espíritus más de mil doscientos kilómetros, casi estoy llegando a la meta, mis sueños no son una utopía”.

http://xalsina.blogia.com/2006/101702-le-gane-una-partida-a-la-muerte.php

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