sábado, 11 de abril de 2009

ARQUEÓLOGO HASTA SIEMPRE



Por Carlos Rafael Diéguez. B

Cuando me invitaron como periodista a participar en una excavación en el Sitio Fundacional de la Ciudad de Sancti Spíritus no imaginé que la Arqueología me atraería tanto, aunque debo confesar que Jare Diamond* en su libro ARMAS, GÉRMENES Y ACERO ya me había puesto a pensar en serio sobre el origen del hombre, la agricultura, la ganadería y las sociedades.
El tema de los pueblos originarios es apasionante. Considero que a través de las investigaciones se puede llegar muy lejos utilizando diversas técnicas y vías. Uno de los caminos es la Arqueología. El día que me presentaron al MS SC Alfredo F. Rankin Santander en medio de la excavación citada no perdí tiempo en pedirle su tarjeta con la intención de visitar su casa para entrevistarlo porque conocía de antemano que lo consideraban un maestro de los arqueólogos del centro de Cuba.
Mi entrevistado es Museólogo de la Escuela Nacional de Museología desde 1982. Master Especialista en Ciencias Arqueológicas. Fue Director del Museo de Arqueología de Trinidad. Arqueólogo de la Academia de Ciencia de Cuba y otras responsabilidades. Actualmente colabora en el gabinete de arqueología del Historiador de la Ciudad de la Habana *.

En una amena charla con Rankin en su hogar de la Habana Vieja me habló de las vivencias de un Arqueólogo, desde el momento de llegar a un lugar con el propósito de realizar una excavación: “Cuando uno llega a un lugar hay que contactar con la gente que vive allí, con el campesino que está constantemente visitando los lugares donde él trabaja y convive porque es la persona que más información puede aportarle al arqueólogo de las evidencias existentes en un área determinada. Los documentos no siempre dicen la verdad. Yo desconfío mucho de los documentos. Lo que plantean es la apreciación del historiador en ese momento. Por tanto la tradición oral que nace del campesino, del hombre que vive en la zona es indispensable para los estudios arqueológicos.

Nosotros, por ejemplo, estuvimos en Polo Viejo hace unas semanas donde existe la hipótesis desde hace algunos siglos, que esté el asentamiento origiginal de Sancti Spíritus. Excavamos, se hicieron esfuerzos y no está el asentamiento en esa parte, no apareció nada, apenas unos pequeños fragmentos de cerámica muy aislados. Esos indicios dan información: en esa parte explorada no se encuentra el sitio fundacional. Máxime si se conoce que los españoles vivieron allí siete años, tiempo suficiente para dejar huellas. Ese es un ejemplo, de uno de los casos, de cómo la arqueología desmiente o prueba los hechos. Si hay un sitio que por documento histórico la fundación es del siglo 18 y al excavar las evidencias son del 19 o principios del 20, se prueba el error porque se demuestra lo contrario”.Alfredo habla con seguridad de su profesión que practica desde 1951: “La arqueología es investigación. Un arqueólogo es un investigador de campo y documental”.

Alfredo Rankin considera la fotografía del satélite como un avance tremendo para las investigaciones arqueológicas sobre todo para Europa y Asia que las edificaciones eran de envergadura, porque en Cuba las construcciones que hacían los aborígenes eran muy pequeñas sin embargo los mapas que se toman desde Internet también son útiles. Cuando Alfredo se inició en la arqueología a mediados del siglo veinte se excavaba distinto. El sistema de excavación era otro, por capas artificiales por ejemplo de 15 CMS a 15 CMS y se perdía mucho la estratigrafía, las capas del terreno: “lo correcto es excavar por estratigrafía natural, se excava hasta que cambié la coloración. Tal como se depositaron los estratos naturalmente. Eso te puede dar antigüedad, porque es lógico lo que se depositó primero es lo que aparece más abajo, más profundo, y lo más reciente, está arriba”.

El trabajo de un arqueólogo es paciente, la mayoría de sus instrumentos son de estomatólogos: pequeñas pinzas y brochas porque al tratar por ejemplo con enterramientos aborígenes hay huesos que tienen hasta más de dos mil años, son muestras muy frágiles y merecen una labor comparable a un cirujano. Faena que requiere unos conocimientos muy profundos de los distintos métodos para excavar, porque se puede correr el riesgo de destruir los restos. El rigor es trascendente para asegurar una extracción en perfectas condiciones de los materiales hallados, aunque esto pueda resultar una tarea lenta y costosa: “hay dos tipos de enterramientos, el primario que es el cadáver tal como lo entierran en ese momento y el enterramiento secundario como consecuencia de ceremonias u ofrendas”

Alfredo Rankin explica que el contacto entre culturas se determina cuando se encuentran mezcladas evidencias españolas y de indios en los objetos hallados, por ejemplo: utensilios de cerámica, con materiales de otro tipo de cerámica, no tradicional producidos por los pueblos originarios. Una cuchara de metal encontrada junto a una buena cantidad de piezas de barro indica contacto entre diferentes civilizaciones.

Tanto los españoles como los aborígenes dejaron evidencias de su existencia. La Arqueología profundiza en el estudio de los seres humanos y desde esta ciencia se localiza también la transculturación como asegura Rankin: “los indios tomaron pedazos de la mayólica de la cerámica española, hicieron adornos con estilos aborígenes, aretes, cuentas de collar, etc. Los hijos de los pueblos originarios tomaron materiales de los españoles y los convirtieron en “símbolos” aborígenes. Ahí hubo contacto y muestra la transculturación. También existe la evidencia de un hacha petaloide aborigen tomada como diseño por los españoles y hecha de metal. Los indios no tuvieron muchos utensilios hechos de metal, existe alguna evidencia de pequeñas fundiciones de oro”.
Junto a la virtud de la paciencia característica del arqueólogo, Alfredo Rankin considera que la preparación y fortaleza física son indispensables porque hay que caminar mucho, subir y bajar pendientes: “Se necesita tener disposición para trabajar al aire libre en condiciones y ambientes complejos, dormir en la hierva o en una cueva. Una gran capacidad para la observación, mirar, saber mirar y sobre todo para el piso, porque ahí están las evidencias, la información, está en la tierra. Tener ojos de águilas, y una singular cuota de sacrificio: mi esposa manolita, lo sabe muy bien ella se merece una medalla, varios 31 de diciembre los tuvo que pasar sola porque yo andaba en excavaciones por los montes. La arqueología es mi vida. Seré arqueólogo hasta siempre, hasta el último minuto de mi vida”

•Jared Mason Diamond, 10 de septiembre de 1937, es un autor estadounidense de literatura científica, biólogo y fisiólogo evolucionista, y biogeógrafo. Doctor por la Universidad de Cambridge, Reino Unido es actualmente profesor de geografía en la Universidad de California (UCLA)
http://es.wikipedia.org/wiki/Jared_Diamond
http://www.cubaarqueologica.org/html/person/rankin.htm

2 comentarios:

Unknown dijo...

Alfredo Rankin Santander, para nosotros simplemente Papin" es una gloria de la arqueologia cubana y latinoamericna,a un hombre excpecional que hace una maravilla de todo lo que toca.
Conocerlo es tocar la ciencia arqueologica con sus manos y es conocer un ser humano que fundo una familia bella y extraordinaria impregnada de su amor y sabiduria.
Honrar, honra" dijo el Maestro y el merece todos los honores por haber dedicado su vida a un tema tan sensible e importante.
Gracias Papin por existir y gracias por tu ejemplo y amor de cada dia. Te queremos muchisimo y te necesitamos!! Feliicdades al autor de la entrevista y por supuesto a Alfre y familia!! Enhorabuena!!

Annie dijo...

Wow papin! cada dia me haces mas orgullosa de tener el abuelo mas lindo del mundo!
Todos te admiramos mucho por tu sabiduria!
Muchas gracias al autor, una vez mas, por haber hecho posible esta entrevista.
Un beso grande.
Anita (punguito)